La Navidad se celebra en China con espíritu navideño diferente y con gran vigor comercial, a pesar de no estar incluida en el calendario lunar chino. La Navidad está aislada de las tradiciones chinas, de su historia, sus costumbres y su religión. Como consecuencia de esa “lejanía”, aquí se han reinventado una Navidad consumista que se celebra principalmente en los grandes centros comerciales y sus alrededores.
En esta parte del hemisferio cualquier excusa es buena para gastar, y sí eso conlleva una gran festividad popular, mejor. Eso explica que algunas celebraciones como Halloween, San Valentín, el Día de los solteros, el Día de los amantes y la Navidad se vivan con la tarjeta de crédito, o la cartera llena de cash, debajo el brazo.
La Nochebuena y la Navidad son algunas de estas fechas señaladas que quizá carezcan de arraigo cultural pero no del “shopping spirit” que marca el calendario de compras. En un día como el 24 de diciembre, familias de las grandes ciudades o grupos de amigos celebran –fuera de casa, de compras, de cena en restaurantes chics, o incluso en karaokes– una Navidad con matices diferentes como, por ejemplo, la ausencia del compromiso familiar. Para esta cultura, la familia se vive en chunjie, 春节 el Festival de primavera, cuando el mayor movimiento migratorio colapsa aeropuertos, satura estaciones de tren y carreteras en la operación “de vuelta a casa”.
Durante los últimos años, se han puesto de moda en las grandes ciudades las cenas de empresa. Las largas jornadas laborales y las escasas vacaciones de los chinos son algunas de las respuestas que los sociólogos plantean para explicar la penetración de las fiestas de moda en esta cultura milenaria. Por ello, son principalmente los jóvenes quienes salen disfrazados a la calle a divertirse y quienes bombardean las redes sociales y microblogs con mensajes de todo tipo sobre la Navidad.
Aunque la Navidad no sea fiesta nacional, en los colegios se realizan algunas actividades educativas especiales, normalmente relacionadas con los villancicos en la asignatura de inglés o español. Si uno pasea por las calles de Beijing durante la Navidad, tiene la extraña sensación de que no es Navidad en China, a pesar del uso, a veces abusivo, de la decoración. Resulta irónico si tenemos en cuenta que China produce el 60% de la producción mundial de cachivaches navideños. Árboles, luces, gorros de papa Noel, etc…cuya producción se concentra en Yiwu, una pequeña ciudad china cerca de Shanghai.
Pero en China hay lugar para todo y, si uno quiere, puede acercarse a una celebración religiosa. La comunidad cristiana no es pequeña. Renminribao 人民报, uno de los periódicos más importantes de China, publicó que hay alrededor de 40 millones de cristianos en el gigante asiático. Varias iglesias católicas y protestantes preparan con afán los próximos oficios religiosos (los más importantes del año), aunque el creyente tendrá que presentar su identificación nacional o pasaporte en la puerta de la iglesia y es muy probable que la comunidad cristiana china y extranjera no puedan celebrar conjuntamente la misa. 李未, Li Wei (23 años) se convirtió al protestantismo para darle más sentido a su vida. Li nos explica que “el día 24 después de trabajar voy a ir a casa a celebrar la Nochebuena con mis padres y mi novio. Aunque mis padres no son protestantes, he decidido celebrarlo en casa y no en la iglesia, porque este día está abarrotada. Después de cenar leeré la Biblia con mi novio”.
Los chinos, por lo general, no celebran la Navidad. Aún así, la decoración navideña de las grandes ciudades y los villancicos te harán sentir como en un gran Laboratorio de la Navidad donde todo puede suceder. Los comerciantes serán, posiblemente, los que sentirán, más de cerca, el espíritu navideño chino.
Feliz Navidad, desde Pekín. 圣诞节快乐!
Pictures source: sickandfind, Feng Li/Getty Images Europe, Pakueye.